Acababa de salir de una relación muy mala y me sentía muy solo. Como hombre, ser el maltratado es muy vergonzoso. Me sentía como una cáscara de mi antiguo yo. Un día, navegando por Internet, vi un anuncio de una aplicación de citas y, por capricho, decidí abrirme una cuenta.
Sinceramente, no esperaba encontrar una relación con esta aplicación y pensaba utilizarla de forma parecida a como utilizo Facebook. Pero, aun así, quería encontrar a alguien. Quería sentir que podía ser amado y por eso enviaba mensajes a otras personas en la app. Hombres, mujeres, en realidad no importaba. Lo único que me importaba era encontrar a alguien con quien pudiera conectar de verdad. Ni siquiera me importaba si nunca nos veíamos en la vida real.
Bueno, Hily me dio algo de lo que quería. Hice muy buenos amigos en la app. Pero, seguía queriendo más y más. Un día recibí un mensaje al azar y déjenme decirles que me sorprendió porque nunca había recibido un mensaje antes. La que me envió el mensaje era probablemente la mujer más guapa que había visto nunca. Me quedé estupefacto, pensé que tenía que ser una broma. Pues bien, esa broma se convirtió en la mejor relación que he tenido nunca. Nos tratamos como reyes y me encanta que nos hayamos conocido.
